¿QUÉ ES LA ALERGIA?
La alergia es una respuesta exagerada (reacción de hipersensibilidad) del sistema defensivo (sistema inmunitario) del paciente que identifica como dañinas determinadas sustancias inocuas (como pueden ser pólenes de algunas plantas, o ácaros del polvo domestico), las cuales son toleradas por la mayoría de las personas.
Esta respuesta inapropiada es claramente perjudicial para el paciente y produce una serie de alteraciones inflamatorias que originan los diferentes síntomas y signos que caracterizan a las enfermedades alérgicas.
¿CÓMO SE ORIGINAN LAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS?
Existen unos factores predisponentes genéticos y unos factores ambientales desencadenantes. Los antecedentes familiares son muy importantes, se ha calculado que si uno de los progenitores es alérgico, la probabilidad de que su hijo padezca alergia es aproximadamente del 30%. Si los dos progenitores son alérgicos, la probabilidad se acerca al 60%.
Es importante destacar que no se "nace alérgico", se tiene una predisposición genética y en función de los factores ambientales la persona se "hace alérgica" a determinadas sustancias que se denominan alergenos.
Existen muchos tipos de alergenos:
-Inhalados o del medio ambiente: pólenes, ácaros, epitelios (caspa) de animales como perro o gato.
-Alimentarios: proteínas de la leche de vaca, huevo, frutos secos.
-Medicamentos: analgésicos, antibióticos, anestésicos.
-De contacto: níquel, cromo, perfumes.
-Ocupacionales o laborales: látex, harina de trigo.
-Veneno de insectos: abeja, avispa.
Todas estas sustancias pueden sensibilizar a la persona predispuesta, de modo que su sistema inmunitario produzca una serie de anticuerpos (Inmunoglobulina E) contra estos alergenos. Éstos anticuerpos se fijan a la superficie de unas células llamadas mastocitos (localizadas en piel y mucosas) y basófilos (circulantes en el torrente sanguíneo). Cuando el paciente vuelve a tener contacto con el alergeno se produce una interacción con la IgE fijada a dichas células, lo que produce la liberación de varias sustancias, responsables de los diferentes síntomas y signos de las enfermedades alérgicas.
¿PORQUE ESTÁN AUMENTANDO LAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS?
Las enfermedades alérgicas aumentan cada año. Las posibles causas son muy variadas. Primero que nada, existen factores genéticos predisponentes. En segundo lugar, el modo de vida occidental conlleva una serie de hábitos y costumbres claramente perjudiciales (tabaquismo, costumbres alimenticias, sedentarismo, obesidad, etc). Además los cambios ambientales y la contaminación favorecen la sensibilización a pólenes que antes no se observaban.
Existen también la teoría de la higiene,nuestros hijos viven en ambientes limpios, se bañan con mucha frecuencia, están vacunados contra numerosas enfermedades (¡afortunadamente!), utilizan en bastantes ocasiones antibióticos (no siempre indicados), están libres de enfermedades parasitarias, nunca están sucios. Todas estas situaciones favorecen que el sistema inmunitario se equivoque de enemigos, puesto que no encuentra bacterias o parásitos contra quien combatir, y en lugar de eso, se fija en sustancias inofensivas como lo son los pólenes o los ácaros del polvo doméstico. Todos estos factores se conjugan para dar como resultado un incremento en las enfermedades alérgicas.
¿QUÉ TRATAMIENTOS EXISTEN PARA LAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS?
El alergólogo recomendará el tratamiento más adecuado para cada paciente.
El tratamiento integral del paciente alérgico incluye 4 apartados:
1. Medidas de control ambiental: dependiendo del alergeno responsable, se deberá evitar en la medida de lo posible el contacto con pólenes, hongos, epitelios o ácaros. En el caso de las alergias alimentarias, alergias a fármacos o dermatitis por contacto el tratamiento inicial es la evitación de los alergenos responsables de la aparición de las manifestaciones clínicas.
2. Tratamiento farmacológico: el alergólogo recomendará diferentes fármacos en función de la edad del paciente, la severidad de sus síntomas (leve, moderada, grave) y del tipo de manifestaciones (intermitentes o persistentes).
3. Tratamiento con vacunas anti alergia (inmunoterapia): está indicado en determinados tipos de rinitis, asma y pacientes con reacciones graves a veneno de avispas o abejas (himenopteros). La eficacia del tratamiento con vacunas esta relacionada con la calidad del extracto usado, la duración del tratamiento y la dosis administrada. A pesar de ser un tratamiento largo (3-5 años), las vacunas anti alergia son el único tratamiento capaz de modificar el curso natural de estas enfermedades, disminuye la intensidad de los síntomas, reduce la necesidad de tratamiento farmacológico, mejora la calidad de vida del paciente y puede llegar a solucionar de manera definitiva la enfermedad.
4. Educación del paciente alérgico y su familia: son esenciales para el paciente, ya que mejoran su calidad de vida, disminuyen sus visitas a urgencias y reducen sus internamientos al hospital.